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Cuando iba a primero de secundaria tenía una amiga con quien pasaba mucho tiempo, me agradaba mucho, era una de esas personas que sacan una mejor versión de vos. Un día como cualquier otro, llegamos a clases y esta amiga se empezó a sentir mal por la cantidad de bullying que estaba recibiendo de parte de otra compañera, que en ese momento decía ser nuestra amiga.

Empezó a burlarse de su aspecto físico, luego comenzó a involucrar a otros compañeros que también se burlaban de ella, lo cual a las dos nos puso mal. Yo siempre intentaba acompañarla y tratar de que se sintiera mejor. En ese momento y entre burlas de los demás no daba mucho resultado porque al pasar los días este tipo de abuso continuaba y cada vez era peor, hasta llegar al punto en que mi amiga no quería asistir a clases.

Entonces por el cariño que yo le tenía y por esa amistad tan bonita, empecé a defenderla de los demás que se burlaban de ella y hacer más hincapié en apoyarla en todos los sentidos y comunicarle lo que estaba pasando a su madre; con quien hicimos un gran proceso con mucho cariño y consejos.

Después de eso, pudo volver a asistir a la escuela y volver a sentirse cómoda en ese ámbito. Es así cómo pudo cambiar con acompañamiento y cariño la situación fea que padecía. A pesar de no tener mucha experiencia por mi corta edad, ver a alguien que quiero derrumbada por tan solo lo que dice la gente y el hecho de haber pasado por la misma situación, me motivó a querer ayudarla y que las cosas mejoren con cariño y sin agresiones con mis compañeros.

Por eso, es muy importante que si tú ves que a algún amigo o compañero está sufriendo de mal trato, lo mejor es ayudarlo, detenerlo y hacer lo posible para que se detenga el bullying. Entre todos podemos detenerlo y crear conciencia de que el bullying es malo para todos y que es mejor cambiar el Bullying por Loving.

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