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5 de Junio
Una hormona poco conocida, ¡pero muy protagónica! Aunque muchas personas la asocian con la lactancia, lo cierto es que la prolactina también juega su papel en personas que no están embarazadas o que no están amamantando… y, te sorprenderás, pero también esta hormona ¡está presente en los hombres!
Si tú también te preguntas qué es la prolactina, por qué puede estar alta o baja, cómo se mide y qué significan sus valores: ¡llegaste al lugar correcto! Porque cuando se trata de salud hormonal, nosotras debemos saberlo todo.
Los niveles de prolactina pueden cambiar según el momento del día, el ciclo menstrual, por embarazo, e incluso, por altos niveles de estrés; pero, en líneas generales, existen rangos considerados “normales” según el laboratorio y el contexto clínico. Pero ¡ojo! Un valor fuera de lo esperado no siempre es sinónimo de algo malo, pero sí puede ser una señal para investigar un poco más; ten presente que los valores cambian si estás embarazada o en período de lactancia, así que no te asustes antes de tiempo.
Esta prueba, como su nombre lo dice, mide los niveles de prolactina en la sangre. Es una hormona producida por la hipófisis (una pequeña glándula en la base del cerebro, pero con grandes responsabilidades). Su función principal es estimular la producción de leche materna, pero también interviene en la ovulación, el equilibrio hormonal y otras funciones del cuerpo; por eso, medirla puede ayudar a entender qué está pasando cuando presentas síntomas cómo:
Ciclos menstruales irregulares.
Dificultad para quedar embarazada.
Secreción mamaria sin estar en lactancia o galactorrea.
Cambios en la libido o en el estado de ánimo.
Síntomas relacionados con tumores hipofisarios (prolactinomas).
Ahora sí, ¡lo que todas queremos saber! La prolactina no sube o baja porque sí; cuando sus niveles están alterados (ya sean más bajos o altos), puede haber varias causas detrás:
Niveles altos de prolactina (hiperprolactinemia):
Embarazo o lactancia (sí, es normal que suba)
Estrés intenso o falta de sueño
Medicamentos como antidepresivos, antihipertensivos o anticonceptivos
Problemas en la hipófisis (como un prolactinoma)
Hipotiroidismo.
Niveles bajos de prolactina (hipoprolactinemia):
Disfunción hipofisaria.
Uso de ciertos medicamentos.
Enfermedades que afectan el funcionamiento hormonal general.
En cualquier caso, ¡el contexto clínico manda!: un valor aislado no lo dice todo, pero sí abre la puerta a un diagnóstico más preciso.
Existen algunas señales que te permitirán identificar cuándo puede ser buena idea hacerse exámenes, así que, si evidencias algunas de estas, ¡dile a tu ginecóloga!
Reglas muy irregulares o directamente dejaron de aparecer
Hay dificultad para ovular o quedar embarazada
Aparece leche en los senos sin embarazo ni lactancia
Experimentas síntomas como baja libido, cambios de humor, dolor de cabeza o visión borrosa (en caso de sospecha de prolactinoma)
Eres hombre y tienes baja testosterona o disfunción sexual
No es una prueba que se pida “porque sí”, pero puede ser clave para conectar los síntomas cuando hay desequilibrios hormonales.
Tú tranqui, ¡nada de qué preocuparse! Es una extracción de sangre común, como cualquier otro análisis. Generalmente se hace por la mañana (cuando la prolactina está más activa) y no duele más que un pinchazo rápido.
¡¡Importante!!: si estás muy nerviosa, desvelada o tuviste un entrenamiento intenso el día anterior, el resultado puede salir alterado. Así que lo ideal es ir relajada y bien descansada.
Estos tips te los damos Nosotras, así que no los olvides:
Duerme bien la noche anterior
Evita el ejercicio intenso 24 horas antes
No tengas relaciones sexuales ni estimulación mamaria el día anterior (sí, eso también afecta)
Informa si tomas medicamentos, especialmente antidepresivos, anticonceptivos o ansiolíticos
La prueba en sí es segura, así que no te preocupes; el único “riesgo” real es el mismo que con cualquier extracción de sangre: un leve hematoma, mareo o molestia en la zona. ¡Nada de qué preocuparse! Aunque, ¡sí hay un gran riesgo! Y es malinterpretar los resultados sin ayuda profesional; por eso, siempre consulta con tu médica o médico de confianza para que te ayuden a leer bien la historia que cuenta tu cuerpo.
Primero que todo, ¡con calma y buen acompañamiento! No te pongas a inventar y a asustarte antes de la cuenta; es mejor pedir asesoría para, después, saber interpretar los valores.
Los valores de referencia pueden cambiar según el laboratorio, pero suelen estar dentro de estos rangos:
Mujeres no embarazadas: 4 a 23 ng/mL (nanogramos por mililitro).
Mujeres embarazadas: hasta 400 ng/mL (sí, puede subir muchísimo).
Hombres: 3 a 15 ng/mL.
Recuerda que estos valores son orientativos, la interpretación depende de tu historia clínica, síntomas y otros análisis… una vez más, ¡cada historia es individual!
¿Y cómo sé si debo preocuparme? Pues bien, un valor alto puede indicar desde un simple pico hormonal por estrés… hasta la presencia de un microadenoma en la hipófisis; mientras que un valor bajo puede señalar problemas en la hipófisis o desequilibrios hormonales más generales.
Pero, ¡¡repetimos!!: un resultado fuera de rango no es una sentencia; es una invitación a mirar más profundo, acompañada por un profesional médico que te escuche y te guíe.
La prolactina siempre tiene algo que contar, por eso, escucharte (con información y sin miedo) es siempre el mejor comienzo.
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