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1 de Abril
Muchas personas nacen en un cuerpo con características biológicas o físicas con las cuales no se identifican. Emilio es una de estas personas. A pesar de que nació, fue visto y tratado como mujer, desde muy pequeño se dio cuenta que no se sentía como tal, y en la adolescencia decidió tomar cartas en el asunto. En Nosotras valoramos, respetamos y aceptamos la diversidad sexual, y por eso hoy te queremos hablar sobre la diferencia entre el sexo biológico y la identidad de género.
Cuando nacemos nos asignan un sexo biológico que define el género –masculino o femenino- según los cromosomas, los niveles hormonales, los genitales externos e internos y los órganos reproductores. Por su parte, el género es el conjunto de características diferenciadas que cada sociedad asigna a hombres y mujeres, se refiere a la manera en que la sociedad cree que tenemos que vernos, pensar y actuar como niñas, mujeres, niños y hombres. Sin embargo, la identidad de género es la percepción y manifestación personal del propio género, es decir, cómo te sientes e identificas tú misma en tu cuerpo, sin importar cuál sea tu sexo biológico de nacimiento o tu orientación sexual.
En otras palabras, la identidad de género es la decisión personal que cada una de nosotras toma, en relación con nuestro cuerpo y nuestro ser, y esta puede fluir entre lo masculino, femenino o ambos, pues no existe una norma absoluta que lo defina. Somos lo que queramos ser, o como dice Simone de Beauvoir “no se nace mujer, llega uno a serlo” … si se quiere.
Emilio atravesó un proceso que se conoce como disforia de género y básicamente consiste en sentir una profunda incomodidad y aflicción cuando el sexo biológico no coincide con la identidad de género por lo que, aunque Emilio nació en un cuerpo de mujer, en su corazón se sentía un hombre. Esta es una sensación totalmente normal y cualquier persona puede sentirla. Sin embargo, si la persona no es consciente de esta situación, la discordancia puede ocasionar ansiedad, depresión y otras afecciones de salud mental. Por esto, es importante que cada persona se escuche a sí misma y tenga el valor para conocerse y presentarse como verdaderamente se siente. Al fin de cuentas el género es una construcción social, cultural y psicológica que determina el concepto de mujer, hombre y otras categorías no normativas; pero no es una imposición, cada persona tiene el derecho y la libertad de identificarse con el género que desee.
Los tiempos han cambiado, y si antes se entendía el género desde una posición binaria de masculino y femenino, hoy son múltiples las identidades de género que cada persona puede asumir de forma personal y voluntaria. En líneas generales, encontramos personas cisgénero, que se refiere a una persona cuya identidad de género corresponde con el sexo asignado al nacer, es decir, naciste con los órganos reproductivos de una mujer y te identificas a ti misma como mujer. Por su parte, las personas transgénero no se identifican o reconocen dentro del género que les fue asignado al nacer y, por tanto, deciden transformarse y construirse de forma diferente a lo establecido socialmente.
Por eso, podrás encontrarte personas transgénero que se definen así mismas de las siguientes maneras:
Transexual: persona cuya identidad de género difiere del género asignado al nacer, por lo que replantean su género y su sexo de manera definitiva. Generalmente, aunque no siempre, se sienten inconformes con su cuerpo y recurren a tratamiento hormonales o a cirugías de cambio de sexo.
Transformista: persona que ocasionalmente asume roles del género opuesto al de nacimiento. Hombres de nacimiento que eventualmente tienen conductas, atuendos y estilos que se consideran culturalmente como femeninos; mujeres que adoptan conductas, atuendos y estilos que culturalmente se interpretan como masculinos.
Travesti: persona que expresa su género, de manera permanente, a través de la utilización de prendas de vestir y actitudes que culturalmente se consideran propias del otro género. También es importante que sepas que no todas las personas travestis son necesariamente homosexuales. El género no va ligado a la orientación sexual, como te explicaremos más adelante.
Así como existen personas cisgénero y transgénero, también encontramos personas que se reconocen con el género no binario, que hace referencia a los hombres y mujeres que se identifican con aspectos masculinos y femeninos, sin por eso tener que limitarse a un solo género. Este concepto hace alusión a que no todo es blanco o negro, sino que también existen matices grises. Las personas de género no binario pueden sentirse hombres o mujeres en distintos momentos de su vida por lo que también utilizan el término de género fluido y defienden la idea de que los roles y las expresiones de género limitan la libertad de expresión, pues imponen a cada género una forma determinada de ser.
Como decíamos, por haber nacido en un cuerpo determinado, no estás obligada a cumplir con las expectativas sociales que frente a éste y su respectivo género, se tiene. Estas expectativas muchas veces van ligadas a lo que se conoce como rol de género, el cual alude al conjunto de normas sociales y comportamentales percibidas como apropiadas para los hombres y las mujeres en una cultura determinada y en función de la construcción social que se tiene de la masculinidad y feminidad. Estos roles de género dan forma a la expresión de género, que es la expresión pública de la identidad de género, la cual se estructura bajo el conjunto de normas, prescripciones y representaciones culturales que dicta la sociedad sobre el comportamiento esperable para un sexo determinado.
Así, por ejemplo, los roles de género son los que hacen que en el imaginario colectivo se entienda que las niñas deben usar color rosado y los niños, azul, o que los niños deban jugar con carritos y motos, mientras que las niñas con Barbies o muñecas. De igual forma, las personas adultas también se ven inmersas en ciertas expectativas que subyacen a estos roles de género como, por ejemplo, el hecho de que antiguamente se considerará que las mujeres debían ser amas de casa y criar a los hijos mientras que los hombres salían a trabajar. Estos roles “impuestos” han ido perdiendo cada vez más fuerza, por lo que hoy existe mucha más apertura y libertad a la hora de decidir el estilo de vida, la vestimenta, los colores, las actitudes o los gustos de cada persona sin importar cuál sea su género.
Y ya que hablamos de los roles de género, es importante mencionar que uno de los aspectos relacionado con estas normas y expectativas sociales era la orientación sexual, por lo que se creía que a los hombres debían gustarle las mujeres y viceversa. Sin embargo, así como el género es una decisión personal, la atracción sexual también lo es.
La orientación sexual hace referencia al tipo de atracción sexual que una persona siente, según el sexo y el género de las personas por las que se siente atraída. Por esto, existen varios conceptos que designan la diversidad de opciones:
Gay: hombres (trans o no) que se sienten atraídos por otros hombres que pueden o no, ser trans.
Lesbianas: mujeres (trans o no) que se sienten atraídas por otras mujeres que pueden o no, ser trans.
Bisexuales: personas que se sienten atraídas por personas de su mismo sexo y/o género y también por personas del sexo y/o género contrario.
Asexuales: personas que no se sienten atraídas sexualmente por otras personas. Se apartan de la sexualidad y construyen otro tipo de vínculos afectivos, emocionales y de amor con quien así lo deseen.
Pansexuales: personas que pueden mantener vínculos íntimos con cualquier ser humano. Se sienten atraídas hacia otras personas sin importar su sexo o identidad de género.
Heterosexuales: personas que se sienten atraídas hacia otras personas con identidad de género o sexo opuesto.
Como ves, en temas de género y sexualidad son muchas las opciones que tenemos para elegir. Por eso, depende de Nosotras tener el conocimiento y el valor para reconocer nuestros sentimientos y no temer a la hora de mostrarlos al mundo. Solo tú sabes quién eres y solo tú decides cómo quieres vivir tu sexualidad. La identidad de género y la orientación sexual son decisiones personales que nadie debe tomar por nosotras. Y recuerda, es importante tener respeto y mucho Loving por los otros sin importar su sexo, género, identidad u orientación de género.
Si tienes alguna duda adicional, no te quedes callada y busca orientación. De igual forma, te recomendamos leer la historia de Emilio, donde podrás ver el reflejo de lo que hablamos en la vida real.
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