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25 de Noviembre
Queremos contarte de un término que suena demasiado técnico, pero es importante que lo entendamos para que estemos muy pendientes de nuestra salud sexual y reproductiva: la sinusorragia.
La sinusorragia es el sangrado vaginal que podemos presentar durante o después de las relaciones sexuales. En general, se describe en la literatura médica como un síntoma de otras enfermedades, porque no es una enfermedad en sí misma, sino una manera de darnos cuenta de que algo más está pasando en el cuerpo.
Muchas mujeres creen que es normal sangrar durante la primera relación sexual con penetración, pero es un mito. ¡No es lo usual! Algunas mujeres sí sangran, porque hay un rompimiento del himen, pero esto no debe causar ningún tipo de dolor. Además, no todas las mujeres nacemos con himen y no siempre se rompen durante la penetración, puede ser en actividades súper cotidianas como hacer ejercicio, montar a caballo o estar estresada.
No es normal sangrar durante o después de las relaciones sexuales, ni en la primiera ni en ninguna. Además, tampoco es normal que las relaciones sexuales (con o sin penetración) duelan o incomoden.
Ahora, ¿qué pasa si sangras durante o después de una relación sexual? A ese síntoma se le conoce como sinusorragia y es el indicador de alguna situación inusual en el cuerpo.
Según el gineco-obstetra de la Clínica Universidad de los Andes, Enrique Oyarzún, el 10% de mujeres pueden presentar sinusorragia en su edad fértil. Además es 50% probable que no signifique algún peligro y desaparezca, sin embargo hay otro 50% de probabilidad de que sea el indicio de alguna complicación y se necesite tratamiento.
Algunas de las enfermedades con las que se puede relacionar son cáncer de cuello uterino, crecimiento de pólipos en el cuello uterino, cáncer de útero, ETS (enfermedades de transmisión sexual), vaginitis (es una inflamación de la vagina que puede provocar flujo, picazón y dolor) o cáncer de vagina.
Sin embargo, es muy importante que no entres en pánico si esto te sucede, porque la sinusorragia también puede ser un síntoma de una relación sexual en la que no estás lo suficientemente lubricada y la penetración o la fricción te está haciendo daño u ocasionando pequeñas heridas.
Recuerda, ninguna relación sexual debe hacer que sientas dolor o incomodidad, por lo que siempre debes buscar una manera para sentirte más cómoda, más segura y más excitada. Ninguna persona, ni siquiera tu pareja, puede tocar tu cuerpo si tú no lo deseas y debe parar en el momento exacto en el que se lo pides.
Si te sucede en el acto y te sientes incómoda tanto por el sangrado como por algún tipo de dolor, para sin dudarlo, ve por un pañito húmedo para asearte y tal vez limpiar algún derrame en el lugar, así estarás fresca y limpia. Si sucede frecuentemente consulta con un profesional inmediatamente
Sí, debes consultar a tu ginecóloga si presentas sinusorragia porque:
Puede ser síntoma de una enfermedad que necesite tratamiento urgente.
Si es síntoma de una incomodidad propia del momento de la relación sexual, la ginecóloga te puede ayudar a encontrar soluciones que hagan de ese momento uno súper feliz y placentero.
Si es durante la primera relación sexual debes consultar porque ahora eres una mujer sexualmente activa y debes empezar a tener ciertos controles que ella te va a indicar.
En caso de que la sinusorragia sea el marcador de una enfermedad, debes consultar a tu ginecóloga para que ella trace un plan de acción sobre los tratamientos que debes realizar, los medicamentos que debes tomar o los cuidados que tienes que tener.
Si se produce por una incomodidad durante las relaciones sexuales Nosotras te recomendamos que recuerdes que la intimidad que tengas con otra persona debe ser un espacio feliz, sano y seguro.
Si estás estresada, pensando en otra cosa, angustiada por motivos externos o desconcentrada… es probable que no lubriques lo suficiente y que no logres encontrar placer en la relación sexual.
No te olvides que el consentimiento sexual debe ser libre, entusiasta, informado, reversible y activo. Si quieres conocer más sobre este tema, no dudes en leer el artículo Tú eres dueña de tu cuerpo: Aprende a decir NO.
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