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28 de Mayo
Nosotras entendemos que pensar en tu primera vez, es un tema de conversación muy común entre tus amigas y amigos. ¡Qué susto! ¿Cómo será? ¿Duele mucho? ¿Cómo se hace? Por eso queremos hablar de este momento, para que te sientas segura e informada, y así puedas tener herramientas para tomar la decisión de cuándo empezar tu vida sexual.
La primera relación sexual es una decisión muy personal, sólo tú sabrás cuando es el momento indicado, no existe una edad fija para hacerlo, se dará cuando te sientas lista y preparada tanto física como mentalmente. Escoge una persona que te haga sentir protegida, cómoda, amada y segura.
Seguro te preguntarás cómo tener relaciones sexuales por primera vez y la respuesta es que no existe un paso a paso sobre cómo hacerlo, sino que es un momento de gozo, placer y descubrimiento con tu pareja, no implica solo la penetración (coito).
Durante el contacto sexual, la exploración de las emociones y sensaciones son muy importantes y se logran a través de los besos, los abrazos y las caricias en diferentes partes del cuerpo. Cada pareja es libre de escoger cómo vivir su primera relación sexual y antes de llegar al coito, poder expresar qué y cómo les gustaría practicar sexo, para tener una experiencia cómoda durante la primera relación sexual.
Te recomendamos que definas cuál es el método anticonceptivo ideal para ti con la ayuda de la ginecóloga y no dejes de utilizar condón durante la relación sexual, porque además de prevenir un embarazo no deseado, disminuyes el riesgo de contagiarte de enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Frente a las posturas ideales para practicar sexo por primera vez, ¡no te preocupes ni adelantes! Junto con tu pareja irán construyendo una confianza e intimidad tan profunda que les permitirá encontrar la posición adecuada para que ambos sientan placer y comodidad. Si sientes que tu primera relación sexual no es muy satisfactoria ¡es normal! con el tiempo se adaptarán y sabrán que es lo mejor para ustedes y su vida sexual.
El placer, al igual que la sexualidad, es un tema completamente personal, sin embargo, el cuerpo cuenta con unas zonas erógenas en donde las sensaciones son más intensas y provocan una respuesta sexual.
¿Cuáles son estas zonas en la mujer? ¡Algunas te pueden sorprender! Entre ellas está el clítoris, que es la parte más sensible de todo el cuerpo, pues tiene muchas terminaciones nerviosas, la vagina, la vulva, el ano y los pezones. Sin embargo, hay otras zonas como los labios, las orejas, la piel de la espalda y los muslos que también producen placer en algunas personas.
En los hombres estas zonas pueden ser diferentes, además de sus órganos sexuales, pueden disfrutar las sensaciones en los abdominales bajos, los muslos, el cuello y los labios.
Estas son las más comunes, pero esto varía entre los gustos de las personas, algunas puedes descubrir que cuando rozan otra parte del cuerpo, les causa placer. ¡Por eso es tan importante que bases todo en experiencia propia, y no lo que te digan los demás! El sexo es una experiencia única.
Sí, es posible alcanzar el orgasmo durante la primera vez que una persona tiene relaciones sexuales. Sin embargo, no todas las personas experimentan orgasmos en su primera experiencia sexual, ya que factores como la excitación, la comodidad, la relajación y la comunicación con la pareja pueden influir en la capacidad de alcanzar el clímax.
Es importante recordar que cada cuerpo es diferente y que el orgasmo no es el único objetivo o medida de éxito en el sexo. Lo más importante es asegurarse de estar cómoda, comunicarse con la pareja y explorar lo que se siente bien.
Seguro más de una vez has escuchado que perder la virginidad está relacionada con el himen, porque al romperse este tejido muscular dejamos de “ser vírgenes”, pero esto es ¡falso! y queremos explicarte por qué.
La virginidad no está relacionada con la ruptura del himen, sino con la primera vez que experimentas la penetración (coito). A muchas mujeres les sucede que su himen es tan elástico, que durante el coito no se rompe, y aún así han dejado de ser vírgenes.
Un lubricante a base de agua también es un buen amigo, para que la ficción no sea un problema, aunque lo mejor que pueden hacer es dedicar un buen tiempo al juego previo.
¿Qué es el juego previo? Este es todo lo que te produzca placer antes de que tengas relaciones sexuales, esto incluye los besos, las carícias, las cosquillas, las palabras, los coqueteos y las sensaciones de todo el cuerpo que te permite relajarte un poco y te prepara para tener una experiencia mucho más placentera.
La primera relación sexual puede doler y presentar sangrado, o por el contrario sentirse bien y que no suceda nada. Si te pasa lo primero, es porque el sangrado se da al romperse el himen, y el dolor es causado por el estiramiento del mismo. Este sangrado es escaso, más o menos como una mancha y dura como máximo un día.
El sangrado generado por la primera relación sexual no debería ser mucho más de un par de gotas y durar solamente 24 horas como máximo. En caso de que tenga mayor frecuencia o cantidad, es importante que consultes con una ginecóloga de manera urgente.
¡Recuerda! No todas las mujeres sangran en su primera vez, y esto es por varios factores como: tener un himen lo suficientemente flexible para mantenerse intacto aún con la relación sexual, que la mujer tenga ausencia desde el nacimiento del himen, o que se haya roto el himen anteriormente.
El dolor de la primera relación sexual debería ser nulo, pues una buena excitación y una buena lubricación deberían garantizar una relación sexual sin dolor, sin embargo, en caso de que sea doloroso, recuerda que el dolor nunca debe ser incapacitante, no debería generarte lágrimas y no debe doler más de un par de horas después del coito.
Así que debes estar tranquila sobre si hay o no dolor en tu primera vez ¡Vive el momento y mejor asegúrate de estar protegida siempre con el método anticonceptivo ideal para ti y con condón!
El sangrado después de la primera vez suele ser leve y puede durar hasta un día como máximo. Por lo general, se presenta como una mancha escasa, similar a unas pocas gotas. Es importante tener en cuenta que si el sangrado es excesivo o prolongado, se debe buscar atención médica de inmediato.
¡Claro que sí! Todas las mujeres tenemos la probabilidad de quedar en embarazo desde la primera relación sexual, porque con la llegada de la primera menstruación, nuestro cuerpo está físicamente listo para ser mamás. Tener relaciones sexuales sin protección aumenta la posibilidad de quedar en embarazo.
Para quedar embarazada solo es necesario que un espermatozoide llegue al óvulo, es decir, que el semen o líquido preseminal entre a tu vagina, así sea solo una vez.
La primera relación sexual sucederá en cualquier etapa de tu vida y hace parte de tu vida sexual. Es muy importante que vivas este momento con mucha responsabilidad y al lado de la persona que sientas es la indicada, nadie te debe presionar ni obligar. Está bien decir NO y en cualquier momento puedes hacerlo.
No te sientas presionada, no te compares con tus amigas. Solo tú sabrás cuándo es el momento indicado para tener sexo por primera vez.
Para poder protegerte de un embarazo debes utilizar algún método anticonceptivo, algunos de ellos también previenen una ETS. De esta manera, estás tranquila, puedes disfrutar de tu sexualidad y al mismo tiempo planear con calma el momento en el que sí deseas ser madre. Algunos de los métodos más conocidos son:
Condones: Cuando tienes relaciones sexuales por primera vez asegúrate que tu pareja y tú usen preservativos, estos son necesarios también para portegerte de las enfermedades de transmisión sexual, como el VIH y el virus del papiloma humano.
Funcionan como una barrera que no deja que los espermatozoides lleguen al óvulo. Son de un único uso y para una sola ocasión, también pueden servir como una adición a otro método y así estar doblemente segura.
La píldora anticonceptiva, se debe tomar diariamente para lograr prevenir la ovulación y dificultar el paso de los espermatozoides, debes ser muy responsable con su consumo, pues si te pasa un solo día, baja su afectividad.
Otros pueden ser:
Los parches en la piel
Dispositivo de cobre
Las inyecciones hormonales
Sí, aunque es muy poco común, puede suceder que un pene no quepa cómodamente en la vagina debido a diferencias en tamaño y forma corporal entre las personas involucradas.
Sin embargo, las vaginas son elásticas (por ahí pasa ¡un bebé!) y pueden adaptarse a diferentes tamaños, especialmente cuando estamos excitadas.
Esta es la pregunta más importante. Antes de escoger a la persona con la que vas a compartir un momento íntimo, debes estar segura de que TÚ estás lista para vivir una experiencia así.
¿Cuáles son las cosas que te están motivando a tener una experiencia sexual con otra persona? Nosotras te recomendamos que intentes hacer una lista de todas las motivaciones que crees que tienes. Se trata de ser súper sincera contigo misma y entender que todas las respuestas son válidas. ¿Es porque tu pareja quiere hacerlo y te lo ha pedido muchas veces? ¿Es porque sientes que tener sexo te va a hacer sentir más grande? ¿La motivación parte de las ganas de ser igual a tus amigas? ¿Creo que tener sexo es una cuestión de popularidad?
Se vale decir que sí, que esas son tus motivaciones. No tiene nada de malo que esas sean, pero pregúntate si quieres tomar una decisión desde el miedo y desde la presión social. O a lo mejor lo que te conviene más es esperar a que las motivaciones partan de hechos como “Me gusta mucho esta persona y me siento lista para compartir algo íntimo con ella o él” o “Siento que estoy lista para experimentar el placer sexual” o incluso “Tengo ganas de saber cómo se sienten las relaciones sexuales ahora que he aprendido a conocer mi cuerpo desde la masturbación”.
Si ya estás segura de que tú quieres y de que estás tomando esta decisión desde la seguridad y desde el amor (y no desde el miedo, el desconocimiento y la presión social), es momento de que te preguntes si esta persona es la indicada para tu primera vez. Aquí te vamos a dar cuatro razones para decidirlo:
“Estoy 100% segura de que esa persona también quiere hacerlo”: No basta con creerlo, con asumirlo o con intuirlo. Debes preguntarle a la otra persona si se siente cómoda y segura. Recuerda que solo van a poder disfrutarlo si los dos están seguros de que eso es lo que quieren hacer.
“Esta persona me respeta como persona y como mujer”: Elegir a la persona con la que quieres compartir tu sexualidad (tanto la primera vez como todas las demás) no puede tratarse de un acto aleatorio. Si estás enamorada, trata de separar los sentimientos románticos un momento y pregúntate si esta persona de verdad respeta tu cuerpo, tus deseos, tus miedos, tus inseguridades y tus decisiones.
“Ambos conocemos los riesgos y sabemos cómo cuidarnos”: Todas las relaciones sexuales del mundo, tengan o no penetración, representan unos riesgos para ambos. Por eso, tu pareja y tú deben saber que esto puede suceder y se deben cuidar desde el primer segundo.
“Me siento tranquila mostrándole mi cuerpo a la otra persona”: Desnudarnos frente la mirada de la otra persona implica un grado de intimidad que posiblemente no hayas alcanzado con nadie. Por eso tienes que tener la confianza construida con tu pareja para que este momento íntimo sea súper placentero y feliz.
En vez de preocuparte por “hacerlo súper bien”, enfócate mejor en “sentirte súper bien”. Te aseguramos que ese cambio de perspectiva va a lograr que ambos se sientan mucho más cómodos y que puedan conversar sobre lo que está funcionando y lo que no.
No esperes a que todo salga perfecto… Es la primera vez y es normal que no tengas ni idea de qué hacer. Por eso es tan importante que escojas bien a la persona con la que quieres emprender este camino.
Por eso te recomendamos que te informes de todo lo que puede pasar, todo lo que puedes sentir y los mitos que existen respecto al sexo.
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