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Cuando hablamos de la respuesta sexual humana, es decir, de la manera en que recibimos e interpretamos el estímulo sensual y erótico, pensamos también al orgasmo como el alivio a la tensión sexual que se genera en las etapas de deseo (fantasías e imaginación) y de excitación (que tiene que ver con los cambios físicos del cuerpo), resolviendose en contracciones mioclónicas con una sensación subjetiva de placer. En esa liberación de la tensión sexual, puede haber sensaciones encontradas. Mujeres que lo sienten como una gran oleada de placer en todo su cuerpo y otras...bueno, que se quedan mirando el techo...esperando que las inunde un tsunami que nunca llegará.

El orgasmo comienza en el cerebro

Cuando estás excitada el cerebro ordena aumentar la irrigación sanguínea en tus genitales, por lo que aumenta la frecuencia cardíaca. A su vez, hay un proceso de sensopercepción, en el cual las mismas terminaciones nerviosas de tus genitales (tienes más de 8000 terminaciones nerviosas sólo en el clítoris), retroalimentan positivamente en el circuito de recompensa, es decir que tu cerebro se encarga de activar las estructuras (la amígdala que se encarga de tus emociones, la glándula pituitaria que libera endorfinas -hormonas encargadas del placer- y el cerebelo, quien controla las funciones musculares). Todo esto es la base que necesitas para poder obtener cada vez mayores beneficios en la estimulación de todas tus zonas erógenas.

Al orgasmo se lo denomina también Le Petit Mort, la pequeña muerte: se pierde momentáneamente la noción de tiempo y espacio y en esto hay un correlato biológico, durante el orgasmo el cerebro “apaga” la zona ligada con las emociones y el control cognitivo, es decir, se deja llevar por las sensaciones.

Fisiología del orgasmo femenino

Se dice que los orgasmos son el punto más alto de la excitación sexual, y suceden cuando toda la tensión y la excitación acumulada, se liberan dando paso a una sensación indescriptible de placer. Nuestros orgasmos son en realidad una reacción fisiológica integrada y multisensorial que implica alteraciones en distintas instancias tanto del cuerpo como de la mente, pues cuando se genera un orgasmo más de 8.000 terminaciones nerviosas entran en acción explotando en una mezcla de sensaciones, olores, percepciones y reacciones naturales del cuerpo.

¿Qué pasa en tu cuerpo cuando tienes un orgasmo?

Para que nuestro cuerpo pueda llegar a un orgasmo necesita pasar por una fase previa de excitación, en donde se generan las hormonas y las condiciones físicas necesarias, para que la relación sexual sea llevada y experimentada de la mejor manera. En esta fase podemos atravesar alteraciones como: lubricación vaginal, dilatación y aumento en el tamaño de la vulva, tensión en las paredes en la vágina, también sucede un aumento tanto en la secreción de las glándulas exocrinas como en el aporte sanguíneo a los órganos genitales, generando por ejemplo, la erección del clítoris, que puede llegar a alcanzar el doble de su tamaño normal.

Al pasar por el orgasmo, nuestro cuerpo experimenta una sensación de alto placer que puede variar su duración según cada mujer, y que influye tanto en el estado mental como físico, pues corporalmente se generan contracciones musculares intermitentes en la zona genital, provocando que las paredes de la vágina se estrechen al mismo tiempo que se estimulan la zona anal y pubogenital; y mentalmente podemos sentir que nos desconectamos del mundo exterior para enfocarnos únicamente en esas sensaciones.

Por último, las alteraciones que tuvieron lugar en fases anteriores son revertidas y neutralizadas para que se reduzca la vasocongestión pélvica y tenga lugar la relajación muscular. Es decir, ya liberamos toda la tensión y estamos listas para descansar.

Tipos de orgasmos

Aunque la tipificación de los orgasmos es un tema de debate y definirlos también es limitarlos de alguna manera, existe una clasificación generalizada en la que se dividen los orgasmos según el lugar que se estimuló para producirlos:

  • El orgasmo clitoriano, causado por la estimulación directa del clítoris, el único órgano que existe únicamente para sentir placer.

  • El orgasmo vaginal, causado por la estimulación del punto G que se encuentra al inicio de la vagina.

  • El orgasmo de zonas erógenas, producido por la estimulación de lugares como los senos, los pezones u otras partes del cuerpo.

  • El orgasmo inducido por el ejercicio, esto puede suceder al realizar una intensa actividad física que desencadena una producción de hormonas y contracciones musculares similares a las de la actividad sexual.

  • El orgasmo durante el sueño, este puede ser generado por sueños eróticos, roces corporales con sábanas u otras personas, también pueden presentarse sin motivo aparente.

Estimulación de las zonas erógenas

Como mencionamos anteriormente, limitar las formas y el cómo llegar a un orgasmo sería tener una visión sesgada del tema, pues este puede ser alcanzado de múltiples formas y niveles según quién lo experimente, y parte de esas otras formas están en la apertura y la exploración en otros niveles más allá del vaginal.

Las zonas erógenas de la mujer pueden ser entendidas comúnmente como el clítoris, la vagina, los labios, el cuello, los pechos, los pezones, las partes internas de los muslos, las orejas, el perineo y la nuca, pero pueden extenderse a las zonas particulares en las que cada una experimente una sensación de placer, agrado, curiosidad o interés.

Estas zonas son lugares de potencial placer, que pueden provocar o intensificar algún orgasmo o sensación satisfactoria, es importante explorarnos y reconocernos para saber qué zonas y qué formas de estimularlas son nuestras favoritas.

¿Cómo llegar al clímax?

Llegar al clímax puede ser un camino muy íntimo, pues aquel momento de satisfacción es provocado por una gran acumulación de estímulos de índole físico, visual, auditivo, olfativo, mental/psicológico que son resultado de una construcción muy particular del gusto y de lo que lo genera pasión o atracción para cada una.

El clímax se encuentra cuando las tensiones sexuales se hallan en su cúspide y estas pueden ser liberadas tanto corporal como genitalmente, resultado de la estimulación de las zonas erógenas o sexuales y del cumplimiento de los gustos particulares que logran ser satisfechos de la mejor forma solo por medio de la experimentación y la comunicación.

Orgasmo femenino real vs. orgasmos en el porno

La pornografía  ha generado un gran problema en la sociedad y es que ésta fue la única “educación sexual” que recibieron muchas personas, por lo que más allá del disfrute mutuo, éstas piensan en imitar poses, miradas y gemidos que han visto en estos vídeos, y formando la creencia de que el orgasmo viene necesariamente acompañado de fuertes gritos y eyaculaciones femeninas, cuando no necesariamente es así. Puedes experimentar solo la contracción muscular y aún así, sentir mucho placer.

Es importante considerar la ficción del porno en tanto su carácter de mercado y su producción para la monetización, y así entender que lo que se representa en estos productos audiovisuales no corresponde a la realidad en su totalidad. El orgasmo femenino es tan diverso como las mujeres mismas, y la capacidad para experimentarlos y gozar de ellos no puede ser limitada por lo que un producto de consumo quiera plantear como válido.

¿Cómo los juegos previos influyen en la llegada al orgasmo femenino?

La sexualidad nos permite explorar nuestros sentidos y aumentar las tensiones de diversas formas, y el hecho de que los juegos previos y las provocaciones sean parte de la experiencia; permite que vivamos de forma multisensorial y amplia lo que podemos entender como satisfactorio.

Es necesario dar lugar a lo que particularmente nos genera placer y revertir las formas tradicionales en las que tanto el sexo para la mujer como su orgasmo, tienen un lugar inferior en lo que tiene que estar satisfecho para que se considere como “terminada” la relación sexual.

¿Necesito una pareja para tener un orgasmo?

No es necesario tener a otro para conseguir estados de alto placer, existen muchas formas en las que al explorarse por medio de la masturbación se logra alcanzar un orgasmo, e incluso, parte importante del alcanzar el orgasmo en pareja es aprender a reconocer solas qué tipo de estímulos son los que nos gustan y con los que nos sentimos más cómodas, cosas que solo sabremos con la autoexploración.

Masturbación femenina y orgasmos

La masturbación femenina, según los expertos, ha sido un tema invisibilizado y mitificado históricamente por las construcciones morales y religiosas que rodean a la mujer en la sociedad moderna, el placer estaba determinantemente ignorado para la mujer sin compañía de su pareja sexual, creyendo incluso que sin ayuda de éste le sería imposible conseguir un orgasmo, o que el fin único del sexo es la reproducción y no el placer.

Esos tiempos ya pasaron, hoy tenemos mucha información y juguetes a nuestro alcance para así ser también las dueñas de nuestro propio placer.

No te presiones

En principio voy a decirte que cuanto más te presiones a tener ESE orgasmo, el que te contó tu amiga, el que te dijeron que deberías tener, el que leíste en una revista de moda en la sala de espera del odontólogo o el que viste en una película porno, lleno de gritos, ojos en blanco, piernas temblando y vulvas eyaculando a kilómetros de distancia, más y más alejada vas a estar de tu orgasmo. Del tuyo, sí. Del real, el posible, del que subjetivamente seas capaz de percibir. Y además, un dato no menor: tu orgasmo varía en intensidad y calidad dependiendo del día del ciclo menstrual en que te encuentres, de la persona con quien estés, del juguete sexual que uses, del modo en que mueves tus manos o simplemente de cómo te sientas en ese día. El estado de ánimo femenino está condicionado por las hormonas, por eso las mujeres somos dependientes de nuestras hormonas a lo largo de los 28 días en promedio del ciclo menstrual.

Si ayer estuviste con Juan y lograste tener tres orgasmos seguidos, pero hoy con Pedro no se te movió ni una pestaña, tranquila: estás bien y no tiene nada de malo. Quizás Juan te excita más que Pedro o tiene unas manos más habilidosas o justo pudiste mover tu pelvis en una posición diferente donde recibiste más estimulación en el clítoris que con Pedro. Eso no es un problema. Lo importante no es contar los orgasmos como si se tratase de una maratón cuantitativa y frustrarte si no logras tus objetivos, sino de disfrutar de todo el proceso y de conocer tu propio cuerpo para saber cómo guiarte a ti misma hacia niveles altísimos de placer.

“Hola Mariana, tengo un problema. Cada vez que tengo relaciones con mi novio él me cuenta los orgasmos y si no tengo por lo menos diez se pone de muy mal humor conmigo, y me dice que es él que no me excita. Él me gusta mucho, yo lo amo pero siento mucha presión cada vez que me cuenta la cantidad de orgasmos que tengo. ¿Qué puedo hacer?” 

Parece una broma, pero es real, es un mensaje enviado a mi Instagram por una joven de 20 años. Todavía tenemos que vivir, lamentablemente, bajo la mirada de muchos hombres que siguen creyendo que TU orgasmo es SU deber. Y voy a decirlo así de claro una vez y miles, las que hagan falta: tu orgasmo = tu responsabilidad. No es responsabilidad de tu pareja, ni de tu juguete sexual de moda, ni de Tinder. El Universo no te debe orgasmos, te los debes a ti misma/o, y la única manera de lograrlos es...conociendo tu cuerpo, relajándote y olvidándote del asunto. No se trata de llegar al orgasmo, sino de dejar que el orgasmo llegue a ti.

Por supuesto hay técnicas divertidas que puedes probar, pero tienes que comprometerte en olvidarte de la presión y dedicarte a disfrutar, porque no puede haber nada de placentero en una tediosa e infructuosa búsqueda de lo que debería suceder, mientras estás buscando nada menos que tu propio placer sexual.

10 tips para cuando estés sola:

  1. Conecta con situaciones de mucho placer: un libro, una copa de vino, un baño de burbujas. Mímate, tu cuerpo es tu envase y mereces cuidarlo y disfrutarlo.

  2. No olvides observar con un espejo tu vulva ¿cómo es? ¿De qué color? ¿Tiene pliegues? ¿Tienes vello? El autoconocimiento como base, siempre.

  3. Los cinco sentidos: un perfume en el aire, velas, tu comida favorita, un relato erótico y déjate llevar por las sensaciones cuando estimulas todos tus sentidos para entrar en clima: La mente en modo erótico!

  4. Estimula todo tu cuerpo, tus 2 mts2 de piel merecen ser consentidos y disfrutados. No centres toda la atención únicamente en tu clítoris sino en buscar, descubrir y complacer cada zona erógena de tu cuerpo.

  5. Con las manos limpias, toca suavemente tus genitales, de la manera en que lo prefieras. Experimenta, con la práctica vas a ir entendiendo cómo reacciona tu cuerpo y cómo lograr niveles más altos de sensaciones placenteras acariciando de la manera que lo prefieras.

  6. Busca recursos, flexibiliza y no uses siempre la misma técnica. Recuerdo que una de mis primeras pacientes se masturbaba únicamente con el agua del duchador de la bañera. Eso dificultaba los encuentros sexuales porque no lograba obtener orgasmos si no era específicamente en esa posición, en ese lugar y con ese objeto. Deja volar tu imaginación y tus fantasías, y vas a tener recursos de sobra para disfrutar sin límites.

  7. Escucha a tu cuerpo, tu modelo de orgasmo es tuyo, propio, íntimo y subjetivo. No esperes, por favor, a tener el tipo de orgasmo que te dijeron que tenías que tener. Tu orgasmo probablemente no responderá ni siquiera a tus propias expectativas; pero si estás atenta, podrás percibir las sensaciones placenteras que tu cuerpo emite y que puedes recibirlas con mucha sensibilidad.

  8. No te compares. No eres una actriz porno ni la chica Pin up que aparece en las revistas recomendando orgasmos mientras prepara brownies en la cocina con un tipo que acaba de conocer. “Una catarata de placer, como a una amiga mía” me respondió una paciente autodiagnosticada con anorgasmia cuando le pregunté qué esperaba que sucediera en el orgasmo. Respeta tu cuerpo, descubre tu propia ruta del placer: no todos los caminos conducen a Roma.

  9. En Sexo ¡Más es Más! Lo dije varias veces, ¿verdad? y lo cierto es que cuanto más conectada estés con tu cuerpo y con tu placer, más podrás disfrutar de tus orgasmos, sean muy leves y simples hasta los más grandes e intensos.

  10. Cuando toques tu vulva, no olvides los labios mayores y menores y el orificio de la vagina. La estimulación del clítoris es mágica, pero toda tu vulva está predispuesta y lista para ser amada en ese momento. ¡Manos a la obra! o mejor…¡Manos a la vulva!

Mitos y tabúes más comunes sobre el orgasmo

Ahora sí. Veamos los mitos del orgasmo más comunes, para saber si son ciertos o falsos y para entender la explicación que los respalda.

  1. ¿Para alcanzar el orgasmo debe haber penetración?: Falso. En realidad, existen muchos tipos de orgasmos y el vaginal es solo uno de esos. La mayoría de las mujeres tiene orgasmos más fácil con la estimulación del clítoris, no con la penetración.

  2. ¿Puedo perder la sensibilidad si uso juguetes sexuales?: Falso. Los juguetes sexuales o la alta frecuencia de las relaciones sexuales o de la masturbación no afectan la sensibilidad ni la capacidad de sentir placer. Es justo lo contrario, los juguetes sexuales pueden resultar muy beneficiosos para la salud sexual y reproductiva. ¿Quieres saber por qué? Te invitamos a leer el artículo Vibradores para mujeres: Respondemos todas tus dudas

  3. ¿Mis únicas zonas de placer son los genitales?: Falso. Las personas tenemos zonas erógenas mucho más allá de los genitales. El cuello, los senos y las piernas son ejemplos perfectos de que puedes sentir placer sin involucrar tu Zona V.

  4. ¿El orgasmo es imposible mientras se tiene la menstruación?: Falso. Esto no tiene ninguna explicación científica, porque el orgasmo y el flujo menstrual no tienen relación.

  5. ¿Solamente puedo tener un orgasmo en cada relación sexual?: Falso. Las mujeres tenemos la capacidad de tener varios orgasmos en cada relación sexual porque, al contrario de los hombres, no necesitamos un periodo de descanso tan largo después de tenerlo.

  6. ¿El squirt es mentira… solo es orina?: Falso. El squirt es lo que se conoce como la eyaculación femenina, que es un líquido que pueden expulsar las Glándulas de Skene (pequeñas glándulas que rodean la uretra). Este proceso no está necesariamente ligado al orgasmo y no todas las mujeres pueden experimentarlo.

Uno tras otro

Imagina que estás en una montaña rusa, y tu carrito sube y sube...si de golpe baja, ese alivio inmediato y esa sensación en todo el cuerpo viene a ser tu orgasmo. Pero si además, creías que estabas casi por terminar el recorrido y mientras está bajando lentamente, viene otro subidón, ¡simplemente te dejás llevar para sentir un nuevo alivio a esa tensión! Todas las mujeres son potencialmente multiorgásmicas, por lo tanto simplemente una vez que ya has logrado un primer orgasmo, manten la actitud erótica y sigue con la estimulación en el clítoris o en la zona donde lograste ese primer orgasmo. Si sientes un poco de molestia, usa lubricante y no estimules directamente la zona, luego de unos segundos podrás llegar sin dificultades a un segundo, tercer o... ¡quíntuple orgasmo! Recuerda que no se trata de una maratón de orgasmos, sino de un proceso de disfrute contigo misma. La gran recomendación es que practiques en soledad primero, mientras te estás masturbando, para experimentar con tu propio cuerpo y ver cuáles son las maneras en las que fácilmente logras alcanzar tus multiorgasmos. Pero de nuevo: sin presiones. Y por último: comunicación, cuando estés con tu pareja o compañerx, expresa lo que necesitas para llegar a ese orgasmo tan deseado y al placer.

¡Solo se trata de disfrutar y dejarte llevar!

Lic. Mariana Kersz

Psicóloga y Sexóloga

MN Nº 59610

@lic.marianakersz

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