
¡Así se vive la menopausia precoz!
Hay cosas que se adelantan y nos toman por sorpresa: la alarma que suena antes de que quieras despertar, la menstruación justo cuando tienes una cita importante, o ese viaje inesperado que aún no estaba en tus planes. ¡Pues bien! La menopausia precoz funciona un poco igual: aparece antes de lo que nos hubiésemos imaginado, nos confunde, pero también nos recuerda que el cuerpo —como la vida misma— tiene sus propios ritmos.
¿Estás lista para aprender junto a Nosotras® todo acerca de la menopausia precoz? ¡Sigue leyendo y no te desconectes ni un segundo!
¿Es lo mismo menopausia precoz que menopausia temprana?
Seguramente ya escuchaste los dos términos y piensas: ¿son diferentes o es lo mismo con otro nombre? La realidad es que muchas veces se usan como sinónimos, pero tienen algunas diferencias puntuales.
La menopausia precoz es aquella que ocurre cuando la menstruación desaparece antes de los 40 años.
Y, por otro lado, la menopausia temprana se da cuando una mujer experimenta esta transición entre los 40 y los 45 años.
En ambos casos hablamos de un “adelanto” respecto a la edad promedio en la que solemos llegar a la menopausia, que ronda entre los 45 y 55 años.
¿A qué se debe la menopausia prematura?
Si eres de las que suele repetirse, como muchas de nosotras: “por qué, por qué, por qué” cuando no entiendes algo; déjanos decirte que la menopausia precoz no tiene una única causa, pero sí hay algunos factores que pueden desencadenarla, entre ellos: alteraciones genéticas que hacen que nuestros ovarios dejen de funcionar antes de tiempo, tratamientos médicos como quimioterapias, cirugías en las que se extirpan los ovarios o incluso enfermedades autoinmunes.
En algunos casos, la causa exacta nunca se llega a conocer, y claro, eso puede generar dudas o incertidumbre. Pero tranquila: nuestro cuerpo es un libro abierto, y a veces no se trata de algo que hicimos o dejamos de hacer, simplemente es así… porque así tenía que ser.
Factores de riesgo de la menopausia precoz
Hay algunas situaciones que pueden aumentar la probabilidad de que una mujer viva una menopausia antes de tiempo, por ejemplo:
Si tu mamá o tu abuela también la experimentaron a una edad temprana
Si fumas o fumaste la mayor parte de tu vida. Aunque no lo creas, ¡el cigarrillo también puede influir significativamente!
Si padeces algunas enfermedades como diabetes tipo 1 o problemas de la tiroides
Si pasaste por tratamientos médicos fuertes como quimios o radiación.
Pero… no te adelantes, que tengas alguno de estos factores no significa que, automáticamente, vayas a tener menopausia precoz. Lo que sí quiere decir es que conviene estar más atentas a las señales que nos da nuestro cuerpo.
Síntomas de la menopausia temprana
La menopausia precoz puede confundirse con un simple desajuste hormonal o con periodos irregulares. Pero hay síntomas que nos pueden dejarnos pistas mucho más claras:
Menstruaciones cada vez más irregulares hasta desaparecer
Sudoración nocturna
Sequedad vaginal
Suena familiar, ¿verdad? Pues se trata de los mismos síntomas de la menopausia “clásica”, solo que aparecen mucho antes de lo esperado.
¿Cómo tratar la menopausia precoz?
Aquí la clave está en acompañar a tu cuerpo y darle lo que necesita para sobrellevar esta nueva etapa. La menopausia precoz no se puede “detener”, pero sí se pueden aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida con hábitos y el acompañamiento de un especialista (¡claro! Si lo sientes necesario).
Cuida tu alimentación
Una dieta rica en calcio y vitamina D es fundamental para proteger la salud ósea, ya que el descenso de estrógenos puede debilitar los huesos. Además, incluir frutas, verduras y proteínas magras te dará la energía que necesitas.
Hormonas para la menopausia precoz
En algunos casos, la ginecóloga puede recomendar terapia de reemplazo hormonal (TRH). Esta ayuda a equilibrar los niveles de estrógenos y progesterona, aliviando sofocos, sequedad y otros síntomas molestos. Eso sí: siempre debe ser indicada y vigilada por un especialista.
¿Cómo saber si tengo menopausia prematura?: Diagnóstico
El diagnóstico de la menopausia precoz no se basa únicamente en los síntomas —que, de hecho, pueden confundirse con otras alteraciones hormonales—, sino que la ginecóloga suele apoyarse en una combinación de pruebas como análisis de sangre para medir hormonas (FSH y estradiol), una historia clínica detallada y una ecografía pélvica para observar el estado de los ovarios. Con todo este panorama, es posible confirmar si realmente se trata de menopausia precoz.
Efectos de la menopausia precoz
Además de los síntomas inmediatos, la menopausia precoz puede tener algunas consecuencias a largo plazo:
Problemas óseos: mayor riesgo de osteoporosis.
Riesgo cardiovascular: los estrógenos protegen el corazón, y al disminuir, este queda más expuesto.
Fertilidad: la desaparición temprana de la menstruación significa que ya no es posible concebir de manera natural.
Consecuencias psicológicas de la menopausia precoz
No podemos olvidar el impacto emocional. Afrontar la menopausia antes de los 40 puede generar tristeza, frustración, ansiedad o sentir que “el cuerpo nos traicionó”. Aquí es vital hablarlo, buscar apoyo emocional y recordar que esta etapa no define nuestra feminidad ni mucho menos nuestro valor.
La menopausia precoz puede aparecer de repente y llenarnos de dudas, pero también es una invitación a reconectar con nuestro cuerpo y abrazar sus ritmos únicos. Recordar que cada etapa tiene su propio sentido nos ayuda a vivir estos cambios con seguridad, confianza y la certeza de que seguimos siendo plenas y poderosas, hoy más mujeres que nunca.
Fuentes
https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/21138-premature-and-early-menopause
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